sábado, 27 de octubre de 2007

El Dolor como Alivio



Los absurdos. Quién no sabe lo que es absurdo, sería absurdo no saberlo, eso del Sr. Einstein que dice que el recorrido mas eficiente y corto entre dos puntos es una curva y no una línea recta, puta que es raro, nadie lo entiende, al menos dicen eso de que es porque el espacio es curvo y porque el tiempo es relativo, pero bueno. Eso del Sr. Lacan de que el amor es dar lo que uno no tiene a quien no lo es, puta que es raro también , puta que absurdo, eso de que los antídotos se saquen de los venenos, puta que absurdo, eso de que Ricardo haya probado un vino extraordinariamente aromático y vainillezco, lo que prometía un paladar no menor pero que se apagó en boca, puta que absurdo, y así pues, deben haber muchas cosas absurdas, pero que tiene algún sentido, una explicación, un sentido que desconocemos. De esta forma un síntoma nos sorprende, nos revela en alguna forma una dimensión de nuestros corazones que desconocemos, un síntoma es conscientemente desagradable e involuntario, pero que es el alivio de un dolor inconsciente. El sufrimiento nos sirve aparece oportuno siempre en el mismo lugar, con las mismas personas haciendo las mismas cosa, en la misma situación ocurre siempre lo mismo, pero en otra forma es un alivio. Pareciera que el absurdo de hacer siempre lo mismo, equivocarse en lo mismo o sufrir por lo mismo tendría una explicación pertinente.


"El dolor consciente de un síntoma es el alivio de un dolor inconsciente" J. D. Nasio

domingo, 21 de octubre de 2007

... con muy poco


Desde niño me preguntaba: por qué la gente fuma, cuál es la gracia de echarse humo pa dentro, cuál es la gracia de todo lo que tiene que ver con el cigarro? Algunos dirán que comenzaron de “mono”, de algo de “fumador social”, de mil huevadas, pero el punto es por qué se mantiene, obviamente la adicción que produce la nicotina y todo ese discurso medico-orgánico sirve, pero más bien me refiero al plano psicológico de la cuestión.

Hace un par de semanas conversaba con un amigo al que le pedía un cigarro de vez en cuando. No lo fumaba completo, sólo lo probaba hasta esa noche que le dije: “cómprame una cajetilla porfa, te la pago más rato”. Prendí el cigarro y le dije: “Ahora sé por qué la gente fuma …(hice una pausa y fumé), porque la gente sufre”. Me miró, y sonrió confirmando mi intuición como diciendo “bien Waldo, hiciste un gran descubrimiento”. Pareciera que yo era el único que no lo sabía.

Así es estimados, señores atenienses, un ignorante era, al parecer todos lo sabían, menos yo.

Más que nunca tiene sentido esa frase que dice un profe: “nos conformamos con poco”


"... y no hay citas para esta ocasión, no encontré ninguna cita o pensamiento para el cigarro, hay puras huevadas. Al parecer el cigarro no deja pensar bien. "

Waldo Navia

jejejej

P.D.: Agradecería que el Sr. Anónimo pudiera responder a mi nota pasada, no comprendí de dónde me debía ir o a dónde.